Por Bruce A. McDowell
Estamos complacidos en que ustedes pueden continuar con tus estudios mediante STS. Dios esta obrando por medio de ustedes y Él tiene su propósito para tu vida en medio de la presente crisis.
Muchos se preguntan, como con cualquier calamidad o desastre, ¿por qué Dios ha permitido esta pandemia del virus Covid-19? Podemos encontrar consuelo y esperanza en muchos lugares de la palabra de Dios. Uno de esos lugares es del autor de Lamentaciones, que estaba experimentando la destrucción de Jerusalén por los pecados suyos y de las generaciones anteriores que habían olvidado a Dios. Dice: “Yo soy el hombre que ha visto la aflicción bajo la vara de su ira” (Lam. 3:1). Sin embargo, llega a tener la perspectiva del Señor sobre lo que había sucedido. Sabemos que Dios tiene el control soberano de todas las cosas, y todo lo que sucede en la historia, incluso al gorrión que cae y el número de pelos en la cabeza (Mateo 10:29-30; Lucas 12:6-7). Por lo tanto, cuando Dios trajo juicio sobre Judá, ya estaba predicho, porque él sabe todas las cosas.
“El SEÑOR ha hecho lo que se propuso,
ha cumplido su palabra
que había ordenado desde tiempos antiguos…” (Lam. 2:17).
Esta pandemia no es una sorpresa para Dios.
“¿Quién es aquel que habla y así sucede,
a menos que el Señor lo haya ordenado?
¿No salen de la boca del Altísimo
tanto el mal como el bien?” (Lam. 3:37-38)
Todo lo que sucede en este mundo funciona hacia la obra del propósito de Dios.
“Todas las cosas hechas por el SEÑOR tienen su propio fin,
aun el impío, para el día del mal.” (Prov. 16:4)
Dios tiene su propósito para ti. Cuando David experimentó muchos problemas, pudo ser consolado al ser recordado que Dios tenía un propósito para él.
“Aunque yo ande en medio de la angustia, tú me vivificarás;
extenderás tu mano contra la ira de mis enemigos,
y tu diestra me salvará.
El SEÑOR cumplirá su propósito en mí;
eterna, oh SEÑOR, es tu misericordia; no abandones las obras de tus manos”. (Salmos 138:7-8)
Logrará su propósito a través de ti. Por lo tanto, no debemos temer ni estar consternados. “Así que no temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos”. (Mateo 10:31). ¿Cómo puede su respuesta a esta crisis ser testigo a sus vecinos y a su comunidad?